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Plutón en Capricornio: De la Fantasía y la Evolución de los Psicópatas Asesinos Seriales

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Definimos a nuestra especie como Homo Sapiens (Hombre Sabio), pero convengamos que eso es solo un producto de nuestra megalomanía y de creernos muy superiores a cualquier otra cosa que inventara la naturaleza... porque a nosotros no nos hizo ella, la Madre Natura digo, sino un Dios psicópata que tuvimos el buen tino de inventarnos primero para que nos creara a su entera imagen y semejanza no solo para creernos divinos, sino para tener a quién echarle la culpa en última instancia...
Alejandro Fau | Plutón en Capricornio: De la Fantasía y la Evolución de los Psicópatas Asesinos Seriales

"El capitalismo es la asombrosa y fantástica creencia de que los hombres más perversos harán las cosas más perversas, solo para obtener el mayor bien común que nos beneficie a todos."
John Maynard Keynes (Economista, 1883 -1946)

 

 

¿Por qué las Telenovelas tienen más adeptos que, por ejemplo, los libros de matemáticas? ¿Por qué los programas de “chimentos” tienen más audiencia que los Noticiarios? ¿Por qué va más gente al cinematógrafo que a los museos de ciencia? Sí... seguramente me dirás que las matemáticas, los noticiarios y los museos de ciencia son francamente aburridos, tristes y, cuando no, viniendo de un humano medio, que son bastante incomprensibles... y que ya tenemos bastante con el lidiar en el día a día con el trabajo, los problemas en la casa, la hipoteca y la maledicencia de aquellos que envidian nuestros magros logros, como para encima deprimirnos aún más obligándonos a leer cosas incomprensibles que solo te producen dolores de cabeza, o el tener que enfrentar aún más esa deprimente realidad impuesta por unos dementes gobernantes que no se cansan de bombardear a los niños y ancianos en todo el mundo como si fuera un videojuego; o como para visitar esos sitios oscuros y llenos de cosas rotas, polvorientas y vetustas que ya no le importan a nadie... Lo se, lo se, pero... ¿y si te dijera que todo eso que padeces y que llamas realidad son solo unos inventos de tu afiebrada mente? ¿que son solo unas fantasías delirantes inventadas enteramente por todos nosotros, y que conscientemente elegimos vivirlas así como las vivimos... gobernados por unos corruptos ineptos buenos para nada, explotados y humillados por los medios masivos de propaganda que pretenden venderte lo que nunca podrás comprar, y dominados y esclavizados por oscuros personajes e intereses que viven sus vidas como tú sueñas que es el paraíso? ¿Qué! son invenciones nuestras? Sí... probablemente tu me dirías que estoy loco, que soy yo quien me invento cosas que no son, y que tú no tienes nada que ver con nada de ello, porque tienes tu cuota de Greenpeace al día para poder salvar a las ballenas y a los osos polares; porque das limosna en la iglesia puntualmente cada Domingo para que los pobres tengan qué comer, y porque militas políticamente, como todos saben, por un mundo más justo para todos (y tod@s) y un montón de chorradas más del mismo estilo; y que muy probablemente sean ciertas... para tí, y no solo para tí sino para él, para ellos y para la mayoría que tenga ojos para ver, porque todos, y digo todos, TODOS, vivimos sumergidos en la misma fantasía que algunos supieron aprovechar mucho mejor que los otros y que nos inventamos hace ya mucho, mucho tiempo.

RupestreHace más o menos unos 250.000 años, o, hace 1.000 tránsitos de Plutón en Capricornio hacia atrás, como para ser más precisos e ir entrando en el tema, una pandilla de homínidos erguidos que vagaban por la pradera cada día buscando su sustento, cambiaron de un modo radical su naturaleza animal y comenzaron su hasta ahora efectiva y victoriosa carrera por la conquista del Mundo. Fueron ellos los primeros Homo Sapiens, y las causas que llevaron a ello son aún un tema de discusiones muy pero que muy acaloradas en los más altos niveles académicos antropológicos, pero... ¿Qué fue lo que sucedió allí? Bueno, pues esa es la pregunta del millón. Incluso hay unos científicos rusos que dicen que fue por una mutación en las bacterias que viven en nuestros intestinos por causas en algún cambio de la alimentación, o tal vez por cuestiones ambientales. Pero lo cierto es que el humano, ese Homo Sapiens primigenio del que hablamos, fue tal a partir del puro y simple hecho de fantasear, o de ilusionar, para darle un tinte emocional y más romántico al asunto. Su primera creación conceptual fue el: “y si...”; eso es lo que en teoría despertó su verdadero raciocinio, su capacidad de asociar lo ya vivido, y el poder recombinarlo en su mente ante situaciones nuevas y así resolverlas de un modo exitoso. El tipo dejó de ser solo un recopilador de información provista por el entorno, para ser un consciente manipulador de la misma y así explotarla en favor de sí mismo... Hagamos una pausa aquí. Este “en favor de sí mismo” debe ser contextuado, pues también en su subconsciente comenzaba a latir su futura consciencia de ser único, su ego psicológico consciente, o lo que creemos que nos distingue de los animales y es lo que dimos en llamar “la fantástica chispa divina”... Retomemos. Por ese entonces ya había un lenguaje, y no es raro que lo hubiera, pues, que sepamos, muchas especies de animales los tenían y los tienen, pero eso no los ha vuelto “humanos” en modo alguno hasta ahora. Sirve para intercambiar información que es útil para el grupo y su subsistencia, señales ciertas sobre lo que sucede en ese momento en el entorno: “¡Peligro!” y “Allí comida”, deben de haber sido las expresiones más empleadas en esos lenguajes fuera de los trillados: “Si” y “No”. Pero el Tipito, con su nueva capacidad de ilusionar, pudo comunicar algo que existía en un plano que estaba más allá de lo real y concreto que habitaba el entorno inmediato en ese instante, y eso lo hizo más efectivo para el grupo y para sí en términos de supervivencia. A partir de allí se enriqueció mucho ese primitivo lenguaje, y lo volvió aún más efectivo. El simple “¡Peligro!” se volvió específico y se transformó así en “Hay olor a Leones” o “Allí hay un barranco”; y el “Allí comida” en: “En el bosque habrá peras maduras pronto” o, “Allí es un buen sitio para cazar por la mañana”. A partir de eso pudo hacer planes en su mente al manipular esas imágenes de lo que no había para que así hubiera. De una tosca piedra o un trozo de hueso pudo tallar una imaginada y más efectiva punta de arpón o de lanza, o pintar en un muro una partida de caza para descubrir así nuevas estrategias sin tener que arriesgarse a que lo maten. Pero... por desgracia también lo llevó a crear el despertar de lo que aún es el peor mal que lo aqueja, y es el de comunicar y/o el creer como cierto, cualquier chisme que a alguien se le ocurriera divulgar. Porque esas situaciones imaginadas como si fueran ciertas, y que le han acarreado tanto dolor y problemas sin fin durante milenios, no por nada se dieron... ya que a partir de un simple hecho había nacido una raza de “ilusionistas” muy dispuesta a explotar su nuevo don en su propio y exclusivo beneficio. Estos tipitos, los abuelos del hombre moderno, recibieron en aquel instante la capacidad de sentirse poderosos y, por ello, más pronto que tarde, generaron la especie Ecocida que somos hoy, una especie que ostenta el récord criminal y delictivo más pavoroso de toda la historia biológica del Planeta.

Yuval Noah Harari, antropólogo y profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en su libro “Sapiens: Una breve historia de la Humanidad”, hace un extenso recorrido desde los primeros homínidos hasta los antecesores más claros del hombre moderno en África, y de las consecuencias biológicas de su expansión por toda la Tierra. No seremos tan exhaustivos como él en su libro, el que por cierto recomiendo leer no solo por ser un ejemplo de investigación científica sino por lo ameno de su lectura, sino que daré un brevísimo resumen y aportaré algunas conclusiones de lo que fueron nuestros primeros pasos en la conquista de nuestro bien amado Planeta.

GrupEsta pandilla de gorrones que andaba por la pradera y que por haber adquirido su capacidad de ilusionar, se transformó en la más exitosa de su barrio. Ya había descubierto que su capacidad le daba ventajas tecnológicas que antes no tenía, y que por ello podían ser más efectivos que los animales que cazaban y, aquí algo muy muy importante, más efectivos y letales que sus vecinos más inmediatos. Su sentimiento de pertenencia comunitaria se consolidó y favoreció su creencia de ser “mejores” que el resto. Internamente trajo también profundos cambios en sus comunidades y en la organización social de las mismas. Los líderes, esos que detentaban el poder por medio de la fuerza bruta como en cualquier manada (los Machos y Hembras Alfa), cambiaron radicalmente. Ahora los que dirigían eran los más astutos y no necesariamente los más fuertes. Estas sociedades comenzaron a estratificarse en clases, y el poder, antes unívoco y absoluto, también fue repartido. Quienes tenían “sueños” o “visiones”, y no enloquecían, se volvieron con el tiempo en los líderes espirituales del grupo (evolucionando luego en Chamanes, sacerdotes, etc.); quienes tenían una mayor capacidad organizativa y de resolución de problemas y conflictos, se volvieron los líderes políticos (evolucionando así en Caciques, Reyes, Emperadores, etc.); y quienes detentaban la capacidad de la fuerza bruta se volvieron los líderes militares (jefes de partidas de caza, comandantes, generales, etc.). Esta trinidad de poderes se apoyó entre sí, para juntos retener el auténtico Poder comunitario y disfrutar así de sus muy exclusivos beneficios (obtener la mejor comida, las mejores y más codiciadas mujeres/hombres, y el de trabajar bastante poco o nada en las ocupaciones más molestas y aburridas). Salieron así de excursión por cada vez más amplios territorios (pues seguían siendo cazadores-recolectores aún) consumiendo todo a su paso y eliminando a aquellos que competían por los mismos recursos. Sí, sí... esas “tribus” vecinas de las que hablaba antes. Desarrollaron también una particular aversión por lo diferente, y exterminaron o esclavizaron a quienes no eran como ellos, genotípicamente hablando, dando rienda suelta a los más bajos instintos y estratificaron aún más sus sociedades ampliando la brecha entre “clases” que ya existía en sus comunidades. Como en cualquier familia que se precie de tal, no faltaron tampoco las diferencias de opiniones sobre el quién era mejor para ocupar tal o cual cargo. Esto no solo propició el asesinato por codicia de poder, sino que también la fragmentación de las comunidades. Cuando el espacio territorial se volvió más pequeño, y las guerras fratricidas aumentaron en número, comenzó la migración no solo poblacional, sino, y más importante aún, la cultural.

Las distintas corrientes migratorias fueron expandiéndose y adaptándose a los nuevos territorios, aprendieron a sobrevivir en las nuevas condiciones climáticas y ajustaron sus estrategias de lucha a las características novedosas de las diferentes geografías y poblaciones que encontraban a su paso. Arrasaron con los Neandertales en Europa, con el Hombre de Pekín en Asia, con el Homo Floreanensis en Oceanía, y con cuanta raza Homo poblara las tierras que codiciaban reemplazándolas y mezclándose con ellas en ocasiones, generando por medio de adaptación al medio ambiente en el tiempo, todos los distintos genotipos “modernos” que vemos hoy pueblan la Tierra. Las otras grandes especies animales también sufrieron los horrores de su paso. La sobre explotación de la caza acabó con ellos por doquier. El éxito del Hombre Moderno propició tanto su tasa de natalidad como su expansión. El alimentar una población creciente exponencialmente acabó con los grandes mamíferos que hasta entonces poblaban el planeta. Reciente evidencia científica apoya fuertemente que los grandes animales como los Mamuts, Uros, Mastodontes, Canguros Gigantes... las ballenas, etc., desaparecieron no por causas climáticas adversas o catástrofes naturales, ni por meteoritos y cometas venidos del espacio, o por el dictado de algún Dios que habite en algún imaginado cielo; desaparecieron pura y simplemente por la sobre explotación de su caza a manos del hombre... Nuestro historial criminal temprano es realmente pavoroso visto en perspectiva, y forma parte de nuestro más esencial modo de ser y actuar, y de vincularnos con el mundo y el Universo. Nuestro posterior desarrollo de la ética y de la Moral son solo consecuencia de la culpa que nos produjo el tomar consciencia de ello, y son producto de un discurrir de, literalmente, cientos de milenios de evolución de la conciencia humana hasta nuestros días, aunque, aún con ello, no dejáramos de comportarnos igual que antes ahora mismo.

Esta evidencia materialista, pragmática y economicista, atribuible a factores tanto económicos como demográficos, porque es lo que cuadra mejor al método científico puramente racional y matemático sobre las causas y efectos de nuestro accionar en el mundo, no logra explicar de manera clara la evolución de la fantasía que construimos como sociedad y que nos tiene realmente aprisionados en el actual estado de las cosas que tantos padeceres nos provoca a la gran masa humana que habita hoy día en el mundo. Es necesario apelar a otros saberes no tan exactos y precisos (científicamente hablando, claro), y a cierto grado de especulación plausible para poder desvelarla. Claro está que no puede dejarse afuera los cambios y mutaciones del desarrollo meramente natural que sigue todo organismo vivo como es el Planeta en sí mismo, con sus factores cataclísmicos y climáticos cíclicos y cambiantes que superan la intencionalidad puramente humana, pero ello ha sabido impulsar y hacer evolucionar, y complejizar aún más, nuestro grado y capacidad de fantasía hasta llevarla hasta grados, diría yo, monstruosamente superlativos. Así que mejor centrémonos en la actualidad, y en el desarrollo histórico documentado y verificable por cualquiera, de nuestra moderna sociedad humana.

Con la invención y el desarrollo de la “mentira”, pues tal es el nombre verdadero a los fines prácticos que se pueden observar, el ser humano medio ha apelado a ella para lograr sus propósitos de acumulación de poder en todo grado. No importa si se trata solo de acumulación de Importancia Personal para reforzar su creencia heredada de ser de origen “divino” y eterno, o para seguir beneficiándose materialmente a cualquier costo engañando repetidamente a sus congéneres en esta vida sin que le importe un rábano el más allá de ésta. Obviamente cualquiera de los extremos, o el de cualquier medio entre estos, apunta directamente al refuerzo y sostenimiento a ultranza de su Ego psicológico. A lo largo de la historia de la sociedad humana podemos observar el cómo claramente esto va en aumento y emerge cada vez más claramente hasta ser por todos ¿evidente? Bueno, no... claramente también podemos observar que no, y esto es debido a la evolución y complejización de las fantasías que nos inventamos. Ipsos Mori, una consultora internacional muy reconocida, mide desde hace más de una década el grado de percepción de la realidad a escala global elaborando un índice de “ignorancia de lo que en verdad sucede”, elaborando un ranking por países. A partir de ello pueden inferirse las tasas de efectividad de los medios de comunicación masiva, y del modo en que influyen en la población las manipulaciones sobre la información real que se brinda al público a través del marketing y de los comunicados oficiales de los gobiernos. No son abnegados filántropos precisamente, sino que apuntan a un fin práctico como es el de cómo venderles más y mejor a los potenciales consumidores de los productos ofrecidos por sus clientes (tanto empresas como gobiernos) que los contratan. Aún así, los resultados obtenidos, al menos aquellos que son de acceso público, son pavorosos: Vivimos engañados, y lo que es aún peor, somos nosotros quienes queremos que nos engañen. Pero... ¿es todo tan malo?

tecnolAún con todo, la Fantasía ha sido un gran avance que ha impulsado el desarrollo tanto del saber, como de la economía y la tecnología en términos culturales. No podemos pues achacarle a ella lo que hemos hecho nosotros mismos con ella. La Fantasía no es en sí misma buena o mala, es bueno o malo lo que hacemos con ella. Para ponerlo en claro, Fantasía es tanto lo que no es real, como el recorte que podemos hacer de lo real para construir una virtualidad de la realidad que sirve para enmascarar algún fin último del todo non sancto. Pero también, para inferir cosas que no son inmediatamente evidentes y que resultan ser consistentemente ciertas luego. Esta “flexibilidad” en el uso posible de la fantasía, es lo que posibilita, créase o no, el que demos por reales cosas no demostradas como por ejemplo son las famosas hipótesis de los científicos. Verdades probables, medias verdades o completas falsedades que serán refutadas o no en algún futuro. Pero mientras tanto son verdades meridianas y quien las contradiga será quemado en una hoguera. En realidad los “científicos” ignoran bastante más de lo que podamos llegar a imaginar. Forman parte de esa gran maquinaria del engaño que tiene el Poder para tenernos engañados a todos. Pues para engañar a alguien, o a todos en este caso, solo hay que ofrecerle algo que anhela en lo más profundo de su ser egoico: Ser lo que no se es, tener lo que no se tiene, o lograr un imposible. La fantasía favorita inserta en lo más profundo de nuestro inconsciente es la de obtener el Poder. Esa es la zanahoria que hace que nuestro burro ande, aún recibiendo palos de continuo, padeciendo más hambre y sed a medida que el tiempo pasa, y soportando todas las penurias y calamidades que tenemos. Desde aquella primera pandilla errante de las praderas, todos hemos querido ser los jefes, chamanes o el mejor guerrero (sin importar nada si se es macho o hembra). Siempre trabajamos muy duro a lo largo de nuestra historia para poder ser mejores que los otros, y nunca o casi nunca para ser mejores que nosotros mismos. El continuo refuerzo de nuestro ego falsamente entendido como la totalidad de nosotros mismos, nos ha llevado a forjar la sociedad desigual en que vivimos. Una sociedad que pone por encima del Bien Común los valores Individuales y de la Propiedad Privada. Todo Estado antiguo o moderno fue creado con el único fin de defender y garantizar esos valores, y solo el de tender y (quizá en última instancia lograr) propiciar el Bien Común. Se hace quizá necesario aquí que corras y releas la Constitución Nacional del país en que habitas para caer en la cuenta de esta gran verdad de un modo plenamente consciente.

A lo largo del tiempo hemos creado la fantasía de la posibilidad de que todos, cualquiera sea, puede lograr ser lo que no es solo con muy pocos requisitos y tal vez algo de suerte. Por ejemplo, ser Presidente. En Argentina, según la propia Constitución Nacional, solo es necesario ser instruido (esto es saber leer y escribir, y tener alguna pericia en el cálculo simple), estar unido legalmente en matrimonio y profesar la fe Católica Apostólica Romana; y obtener la mayoría de los votos en una elección libre, of course. Sí, ya se... suena tan simple y fácil como participar de un concurso televisivo de esos tan de moda que por algunos minutos creemos nos vuelven “famosos” ante los ojos del mundo. Pero es para todos evidente que no es tan sencillo como esperar que la teleaudiencia envíe un mensaje de texto votando a tu favor basado en tu aspecto e ingeniosidad a la hora de responder alguna pregunta tonta, aunque se le parece. Aquí, para lograrlo, debes engañar a la mayoría de los votantes exaltando tus virtudes, deslegitimando a tus adversarios, aún a costa de flagrantes mentiras, y escondiendo tus malintencionadas acciones pasadas y evidentes defectos... y para ello debes invertir montones y montones de dinero en aparatos de propaganda que te garanticen el éxito. O sea, que si de antemano no tienes poder, jamás accederás al Poder para así seguir acumulándolo. Razón por la cual, nadie que no sea poderoso e históricamente ligado de algún modo al Poder Real podrá llegar nunca a ganar nada. Lo que nos lleva nuevamente al montaje que hemos hecho para garantizar el desconocimiento de la realidad por parte de la mayoría, y que es la ocupación constante y primera que tienen los poderosos. A fuerza de instalar nuevas y de reforzar viejas fantasías, la sociedad humana, en términos de relaciones de poder, no ha cambiado esencialmente nada desde aquella pandilla de homínidos errando por la pradera. Así como en aquellas pretéritas épocas en que el Poder pasaba de padres a hijos, un solo vistazo a los textos de historia y a los periódicos de hoy en día, sin ir más lejos, hacen que podamos ver la repetición continua de los mismos apellidos familiares (o de alguien ligado a estos por sagrado matrimonio) ocupar los mismos cargos generación tras generación desde hace siglos. Pero aún así, seguimos ejecutando la pantomima eleccionaria con la esperanza de que realizando lo mismo la resultante cambie... ¿Cómo es esto posible? Pues, muy fácil... haciéndote creer una y otra vez en la fantasía de que es posible hacerlo, aunque dentro de ese ilusorio envase solo exista el mensaje: “¡Seguí Participando!”

Demos un paso hacia atrás para poder seguir avanzando, y veamos qué pasó en el tránsito anterior de Plutón en Capricornio, en donde se instala una fantasía revolucionaria legitimadora que da como resultado el modelo económico imperante en el mundo de hoy. Adam Smith (Economista de origen Escocés y de quién ya hemos hablado en otra oportunidad) en su texto canónico “La Riqueza de las Naciones” (1776, Capítulo 8 del Primer Volumen) plantea una “idea” inédita: ¡¡Que la Codicia es Buena!! Sí... la Codicia, uno de los 7 Pecados Capitales según la Iglesia Cristiana. Utiliza para ello lo que en los círculos académicos se denomina “La Paradoja del Zapatero” (Si un fabricante de zapatos en cuya fábrica trabajan, digamos, 10 aprendices, rebajando un poco los salarios obtendrá más ganancias por lo que vende y podrá contratar más aprendices para fabricar más zapatos y ganar más dinero, con los que contratará más aprendices, y bajando un poquito más el costo laboral ganará más y entonces contratará más y etc., etc., etc... generando más puestos de trabajo y posibilitando que más gente gane dinero y así “beneficiarse” todos) ¿¡Cómo dice!? Sí, sí, es textual, plantea como meridiana verdad la más absoluta de las ilusiones: Que el extremo egoísmo es el mayor altruismo! Sin dudas el viejo Adam fue el más fantástico vendedor de todos los tiempos, pues su idea fue comprada por todos los poderosos y comenzaron a difundirla a diestra y siniestra, y poco faltó para que lo beatificaran y lo nombraran Santo Patrono del Comercio, pues, contrariamente a lo que podría suponerse, la Iglesia no dijo nada... el Papa palmeó sus ahora más abultados bolsillos e hizo mutis por el foro. Se comprende así la sarcástica frase de Napoleón Bonaparte que dice: “La religión es lo único que impide que los pobres asesinen a los ricos”, pues, con la venia de la iglesia, el pueblo pobre del mundo occidental agachó la cabeza y lo aceptó como una revelación divina y como una suprema verdad. Hasta entonces la riqueza de las naciones se medía por los bienes producidos más los bienes apropiados (esto es: expoliados a otras naciones por medio de la guerra o directamente saqueados por medio de la conquista de los territorios allende los mares), más la cantidad de esclavos de los que se disponía para sostener y acrecentar todo ello. A partir de aquí se plantea también la idea de que sostener un número creciente de esclavos era demasiado oneroso para los “buenos” negocios y se desencadenan las Guerras de Independencia con el pretexto de la “liberación” de los esclavizados, vendiéndoles la idea a los sojuzgados de que podían finalmente ser libres y prosperar por sí mismos... pero cualquiera medianamente avispado puede darse cuenta que la cosa no ha cambiado nada salvo por el hecho de que se ha permutado el nombre de “esclavos” por el de “trabajadores” y el de “colonias” o “campos de producción”, por el de “las nuevas naciones libres”.

La Economía ha prosperado desde entonces basada en la ilusión de un futuro mejor y de que en el futuro se crearán más riquezas y posibilidades de continuo para todos, pasando por encima de lo obvio que es que vivimos en un mundo finito y que por ello nuestros recursos SON limitados y finitos. La torta a repartir NO crece, siempre es la misma, y quien tiene una porción mayor es porque se ha quedado con la parte de alguien más, y este alguien más, y que tiene casi nada, por más que se esfuerce al máximo en su trabajo jamás la obtendrá, ni sus hijos, ni los hijos de sus hijos, ni los hijos de los hijos de estos, y los hijos de los hijos de los hijos de estos tampoco, no la obtendrán NUNCA. ¿Suena muy cruel esto que digo? Lo siento, pero Plutón y Capricornio son así, tremenda y crudamente reales. Debido a esto en parte es que preferimos ser víctimas del continuo engaño y del por qué queremos que nos engañen... porque también sabemos del peligro y la violencia y de la crueldad que hay en el mundo todo, y del modo en que los distintos poderes pueden dirigirla contra nosotros para destruirnos y acabar con nuestros sueños de progreso... pero... ¿y si les dijera que eso también es una ilusión que arteramente nos han vendido y que nosotros gustosamente compramos con el fin de obtener otra ilusión que es... la “seguridad”?

guerraHoy día, más que nunca, la fantasía y su sostenimiento es necesaria para preservar el status quo, y para sostenerla hace falta una increíble cantidad de recursos propagandísticos y distractivos a nivel masivo como no se ha visto nunca antes en todo nuestro desarrollo como sociedad humana. Nada nos hace retroceder más que el miedo a perderlo todo, sobre todo cuando esa posibilidad está a la vuelta de la esquina. Porque si de grandes fantasías hablamos, la guerra y su eterno fantasma de destrucción y muerte se lleva las palmas... miremos sino la más cruda de las estadísticas (usaremos datos de más de diez años, pues, aunque tarde, la información pública que tarda años y años en hacerse verdaderamente pública porque muy pocos se animan a consultarlas, porque ya le parecerán desactualizadas en el mundo de la ilusoria inmediatez en que vivimos) qué nos dicen: Para el año 2000 las guerras en todo el mundo causaron a muerte de 310.000 (trescientas diez mil) personas, el crimen violento mató a 520.000 (quinientas veinte mil) personas, lo que suma 830.000 (ochocientas treinta mil) personas en todo el mundo víctimas de la violencia humana. En ese mismo año murieron 56.000.000 (cincuenta y seis millones) de personas... 1.200.000 (un millón doscientas mil) personas murieron en accidentes de tránsito y 815.000 (ochocientas quince mil) personas (casi igual que los muertos a causa de la guerra) se suicidaron... Para el año 2002 hubo 57.000.000 de muertos totales (en tooooodo el mundo) solo 172.000 (ciento setenta y dos mil) personas murieron a causa de la guerra en el planeta. 569.000 (quinientos sesenta y nueve mil) personas murieron por crímenes violentos, lo que hace un total de 741.000 (setecientos cuarenta y un mil) personas a causa de la violencia humana en total... pero se suicidaron 873.000 (ochocientas setenta y tres mil) personas en en el mundo... O sea, que viene resultando que apenas un año después de declarar la Guerra Global Contra el Terrorismo, tras el “atentado” contra las Torres Gemelas en New York, el humano medio tenía cinco veces más posibilidades de suicidarse que de que un “terrorista” o una guerra acabara con su vida... ¿curioso, no?... y si a eso le sumamos las posibles intenciones reales de que tú, querido lector/a, tengas de pegarte un tiro, saltar de un edificio o de acabar por algún otro medio con tu vida, tenemos que la posibilidad  de que un “terrorista” o una “guerra” te mate... es muy, muy, muy cercana a 0 (cero). Para que te des una idea de lo que ello implica en el mundo real actual, hoy día muere más gente tratando de huir de la guerra que a causa de ella. Sin embargo, la guerra y el terrorismo llenan las páginas de los periódicos y las pantallas de televisión y la de nuestros ordenadores de continuo ¿Por qué? Pues, porque no hay nada como el miedo para mantenerte quieto y sumiso haciendo lo que te dicen que hagas con el fin de mantener el “orden” y no caer en la barbarie y en el Caos.

Debiéramos definir a nuestra especie del género Homo, ya no como “Sapiens” (sabio), sino como “Ilusant” (ilusionista) si queremos verdaderamente sincerarnos y ajustarnos a lo enteramente real. Pues nuestra civilización actual, y en el actual estado de las cosas, solo sobrevive y avanza (?) gracias a la fantasía impuesta en todos los planos. Nuestra supuesta superioridad, ubicados como creemos allá encima de la cadena alimentaria, está simplemente dada por la capacidad que tenemos, desarrollada allá en el origen, de mentirnos a nosotros mismos creyendo solo en cosas que existen en nuestra imaginación, como son las fronteras nacionales, las Leyes, el dinero o los Dioses tutelares. Tenemos tan poco contacto con la realidad, que cuando el velo con que la cubrimos finalmente sea apartado no creo que nuestra domesticada psique pueda soportarlo pues se desatara finalmente el tan temido “Caos”. Un “caos” liberador, en última instancia, pero finalmente un caos, pues solo del caos puede surgir un verdadero nuevo orden. Modificar, re-estructurar o recrear un orden precedente, no es opción para cambiar verdaderamente nada y siempre terminará siendo más de lo mismo con otro “novedoso” envase. Eso es ni más ni menos que lo que se pretende instalar ahora mismo con la promoción del tan mentado “Nuevo Orden Mundial”. La misma ilusión primigenia de que tú, y solo tú, puedes lograrlo solo... y a costa y a pesar de otros, claro. Dale un vistazo a un periódico cualquiera, no importa su orientación política (ya que eso solo te dará el enfoque desde donde se muestra el dato), y en las últimas semanas vas a encontrar en todos ellos la misma “noticia” para seguir disparando tu fantasía aún más: Ocho personas, solo 8 con nombre y apellido, tienen más dinero que el 50% de la población del Planeta juntos (que otras 3.750.000.000 -tres mil setecientos cincuenta millones- de personas juntas). Otra noticia que deberías buscar con algo más de trabajo, pues no aparece en la primera plana de ningún periódico o en los telediarios de ningún país, porque es solo información que recopilan los más empecinados académicos con el fin de obtener datos para saciar su pasión por la estadísticas y legar sus investigaciones a otro acotado grupo con el fin dejar alguna huella que le de el tan ansiado reconocimiento de la sociedad (aunque es información pública por cierto, aunque nadie o casi nadie la consulte), es que solo 64 familias (Sesenta y cuatro) poseen el 99% (noventa y nueve por ciento) de TODA la riqueza que existe en el Mundo, y que directa o indirectamente SON los empleadores de TODA la fuerza laboral del Planeta... tus patrones, si quieres ponerlo en esos términos, o tus Amos, si es que volvemos al uso correcto de la definición de quien posee esclavos... Pero aún así, todos los que habitamos esta Tierra tenemos y sostenemos aún la fantasía de que podremos prosperar dentro de este sistema perverso en el que vivimos para llegar finalmente a la cima y obtener el Poder... ¿Pero cómo es que hemos llegado a este estado de las cosas? Con milenios de evolución de la fantasía, claro. Pero preferimos no pensar en ello aunque la evidencia esté ante nuestros propios ojos... Sí, sí... Lo se, es francamente desolador y deprimente pero cierto, y por ello no me extraña nada que tanta gente se suicide cada vez más en este mundo, si vamos al caso.

espionaje¿Cómo es que pueden lograr esto? Bueno... hoy día es bastante fácil de hacer en realidad. Supongo que estarás familiarizado con el concepto de “Agencia de Inteligencia”... Contrariamente a lo que la gente supone, estas agencias no tienen como principal ocupación la búsqueda de psicópatas criminales que buscan destruir el mundo, terroristas internacionales, lavadores de dinero o narcotraficantes. Su principal ocupación eres tú... Sí, sí, Tú. ¡TÚ! Pero no te pongas paranoico... les importa nada tus escapadas extra maritales, tus pequeños chanchullos para pagar menos impuestos, o si tienes unos dólares escondidos debajo del colchón, o si te drogas o si bebes hasta caer inconsciente... salvo en términos globales, claro, donde tú ya no eras tú sino un conjunto de individuos que hace lo mismo. Me causan verdadera gracia aquellos que salieron a decir luego de las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje masivo en los canales de comunicación globales (Internet, Telefonía, etc.) de que los tenía sin cuidado, ya que ellos no tenían nada que esconder... gente dormida o adormilada por las fantasías que siempre le han hecho creer, pobres ilusos. Esa información que tú y todos proveemos a esas agencias, garantizan la dominación de la que somos objeto. A partir de esos datos masivamente recopilados saben qué, cómo y cuándo hacer para obtener lo que quieren. A partir de esos datos nos Controlan y Manipulan como quieren, tanto a escala local, regional o monstruosamente global. Si esos recursos se aprovechasen en atrapar a los “malos”, pues... con tal despliegue ultra tecnológico los malos no durarían ni 15 minutos vivos en este mundo. Pero ellos no quieren eso. Claro está que también recopilan datos de ellos mismos y de sus adversarios, como también hacen sus adversarios, más todos esos datos solo sirven como negociación y pieza de cambio en sus guerras oscuras, sucias y encubiertas por lograr más y más poder, y ello está muy por encima de nosotros, ellos juegan en otra Liga. El controlar a la masa forma parte esencial de los planes y agendas de todos ellos, y eso se respeta a rajatabla pues siempre es y será negocio para todos... Ellos son la verdadera Mafia. ¿Qué? ¿Que te suena muy Plutoniano? Pues de eso se trata... ni más ni menos que de la conquista y la retención del Poder a cualquier costo.

Ya hemos llamado la atención sobre la sincronicidad celeste en muchas oportunidades, sobre todo cuando hablamos de Plutón en Capricornio. Para los recién llegados diremos simplemente que Neptuno tiene una curiosa ciclicidad respecto de Plutón cuando transita por el Signo de Capricornio, y es que, alternativamente, estará en el Signo de Leo o, como en esta vuelta, en el de Acuario. Lo cual “tiñe” la percepción del tránsito de Plutón y su transformación de las energías sociales que se manifiestan potenciando el Individualismo, como hizo en el anterior ciclo ya que estaba en Leo (Dando origen al “Capitalismo” y al “Iluminismo”), o al Colectivismo como está haciendo ahora. Claro está que esto no es ajeno a la cúpula del Poder (sobre el por qué no voy a con ello ahora porque ya lo he explicado, dicho u escrito, innumerable cantidad de veces y pueden leerlo si quieren profundizar en el asunto -hay 33 (treinta y tres) artículos más en este sitio solo sobre “Plutón en Capricornio”), pero cuando se viene de dos siglos y medio machacando con la fantasiosa “importancia” del Poder individual, el poderoso se cree muchísimo más poderoso de lo que en realidad es, y pretende dirigir y controlar el cómo se dará eso. Puede verse claramente por su insistencia en el tema, que intenta forzarse la creación de “Un Gobierno Mundial” pintado como la única solución a todos nuestros problemas. Todos los habitantes del Planeta unidos idealmente como “una gran familia” (o “tribu” o “nación”, o como quieran llamarlo), en donde todos tengan los mismos derechos, obligaciones y objetivos en común... pero... adivinen quienes serán los que dirijan este invento, quienes dictaran los derechos, las leyes, las obligaciones y la prioridad de los objetivos de TODOS... ¡¡Sí, sí!! ¡¡Haz acertado!! ¡¡Ganaste una televisión de 85 pulgadas con Internet y Abono Gratis por Un Año y el 50% de Descuento en el segundo año!!... Los mismos, siempre los mismos, tus patrones... tus Amos.

NacionalismoHace tiempo que el plan está en plena marcha, y ya han conseguido cumplimentar las primeras etapas por medio de un proceso que en el ambiente astrológico se denomina “la ruptura de los nidos” ¿De qué se trata esto? Pues, de la destrucción de los entornos de seguridad para reemplazarlos por otros de carácter imaginario mucho más amplios e incluyentes, donde los individuos obtienen una falsa idea de pertenencia, orden y seguridad que vienen a paliar la angustia y el dolor del que han perdido. La decadencia de la familia y la pequeña comunidad autónoma en favor de los Estados, históricamente han promocionado y fomentado las “Comunidades y Familias de Fantasía” que son las que más se ajustan a las necesidades del Mercado, y que son presentadas ante los ojos del mundo como “movimientos culturales” (podemos hablar aquí de Facebook, Twitter y tantos otros en tanto lo extremo de la virtualidad, pero también hay muchos otros más tangibles y reales). Reinos, Imperios, Naciones e Iglesias de cualquier tipo, han funcionado como comunidades imaginarias. El “hermanos y hermanas” fomentan la fantasía de la Familia como único lugar de aprobación, protección y de castigo válido, ocupando el vacío emocional dejado por la deliberada dilución de la familia sanguínea por una necesidad de Mercado. El consumismo y el nacionalismo hacen horas extras para hacernos imaginar que millones de extraños conforman la misma “comunidad” (o “familia”) que nosotros. Que todos tenemos el mismo pasado común, los mismos intereses comunes, los mismos gustos comunes, y el mismo futuro común... Es imaginación, nada más. Lo mismo que el dinero, las Sociedades Anónimas, la Justicia Legal y el País de Nunca Jamás. Únicamente existen en nuestra Imaginación Colectiva. La Nación hace todo lo que puede, de hecho es lo único que hace, para ocultar este carácter imaginario de su existencia y aduce y promulga que son una entidad natural y eterna creada a partir de una primigenia mezcla del “suelo de la patria” con la sangre de sus habitantes. Los Rituales de Sangre, esos actos “mágicos” fantasiosamente creados para generar unidad, son muy importantes para las Naciones y ninguna puede prescindir de ellos si quiere perdurar y sostenerse en el tiempo (la Guerra es uno de estos Rituales)... aunque en el último siglo, cada vez van perdiendo más y más importancia.

El Mercado le ha ganado la batalla a las naciones y estados en términos de lograr cohesión. Hemos llegado a un punto en que las “comunidades de consumidores”, estas nuevas “tribus”, han ganado en preferencia pues son mucho más rentables política, cultural y económicamente. Los individuos, en términos generales, tampoco tienen una íntima relación entre sí, de hecho también son grupos de completos desconocidos, pero tienen la ventaja de conformarse transfronteras. Se que esto suena extraño pero estamos rodeados de ejemplos: Los fanáticos de Madonna o de Björk, por ejemplo, o del Barcelona F.C., o de Mc Donalds, o de AUDI, o Ferrari, o los Veganos, o Vegetarianos, o Budistas... elijan lo que quieran y allí tendrán una de estas “tribus virtuales”. Todos ellos se auto-definen por lo que consumen (por la Fantasía común que consumen): Vídeos, CD's, remeras, posters, pizzas, tecnología, etc. Se definen a sí mismos por lo que consumen y hacen de su consumo la clave de su identidad. Esto fomenta una endogamia de fantasía, deteriorando la diversidad genética de la consciencia a futuro. Por poner solo un ejemplo: Una Argentina vegetariana que practica yoga dos veces por semana y es compradora compulsiva de velas perfumadas y sahumerios, preferirá casarse con un psicópata Chino estafador vegetariano que no conoce, salvo por su fotografía en una red social, antes que con su vecino más inmediato, buen mozo, trabajador y excelente persona, pero que fue elegido “Rey del Asado de Tira” en el último certamen nacional... Estas preferencias en base a prejuicios implantados son solo una consecuencia de las batallas que se libran en los mercados.

tetele“La televisión es un Dios cotidiano; por tanto, lo que aparece en la televisión es un acto de ese Dios y configura (y reconfigura) el comportamiento de las masas continuamente” (Ramón Reig, Periodista investigador y catedrático de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Complutense, en su libro: ”Dioses y Diablos Mediáticos” - Barcelona, 2003). La televisión es una ilusión alimentándose a sí misma en masivas dosis diarias, vendiendo como verdad perenne e imperecedera algo que está dispuesta a cambiar en cualquier momento por otra según sean las necesidades del Mercado. Y, ahora, por supuesto, hay que añadir elementos surgidos de las nuevas tecnologías que poco a poco se van masificando en todo el globo, para hundirnos aún más en ese éxtasis cibernético del que son presa cada vez más ciudadanos. En sus inicios la televisión era puro entretenimiento. Comedias livianas, programas de concursos y de humor eran sus protagonistas. Debieron pasar años para que los informativos con sus noticias diarias aparecieran y, como era de esperarse, no tenían para nada mucha audiencia. La gente quería distraerse y se resistía a abandonar el periódico de papel para informarse, pues con él podía participar de la “noticia” aportando de su propia fantasía para interpretar la información que se le daba. Esto cambió cuando los telediarios se transformaron en bizarros shows de entretenimiento (tal y como son hoy en día) en donde solo hay fantasía cuidadosamente seleccionada y dirigida, y nada que no sea propaganda encubierta o mera distracción aparece. No es nada casual el debate sobre los medios que propagan “noticias falsas” y sobre como contrarrestarlos y eliminarlos de circulación. Un debate ocioso, a mi entender, y puramente distractivo que solo busca coartar el derecho a la información veraz e instalar a partir del ya sabido resultado de este, la “necesaria censura”. Toda “noticia” emitida o publicada ES FALSA, siempre lo ha sido y eso no va a cambiar así como así por el simple hecho de que es contrario a la dinámica del Dios Mercado.

Desde lo puramente psicológico no hay ningún secreto en la “magia” de la televisión o de cualquier otro medio masivo de información en el formato que sea: Nos traslada a la niñez, utiliza el cuento, la evasión, el espectáculo, el asombro y el “ideal” (impuesto) de cómo quisiéramos ser, aunque jamás lo seamos, para manipular nuestra conducta. Estudios sociológicos recientes (Universidad de Bologna, Italia, 2015) revelan que a partir de la irrupción de la televisión y otros medios tecnológicos basados en la imagen a nivel masivo, los integrantes de las sociedades más conectados a ellas duermen menos, hacen menos deporte, tienen menos vida social, mantienen menos correspondencia (aún si esta es electrónica) y... ¡conversan menos! Contrariamente a su creencia de que está hiper-conectados, están más aislados. Otro estudio a nivel global -Europa, América del Norte, Centro y Sur, Asia Pacífico- (Universidad de Berlín, Alemania 2016) revela que en los hogares que disponen de ellas, el 78% (setenta y ocho por ciento) la utiliza como “niñera electrónica”, que en el 60% (sesenta por ciento) de los casos había alterado las horas de sueño de los integrantes del hogar haciendo por ello bajar su rendimiento en sus tareas cotidianas. Un impacto inesperado se da en las sociedades industrializadas más desarrolladas; el las ciudades más populosas se debieron rediseñar los sistemas de distribución de agua atendiendo el hecho de las súbitas bajas de presión en el suministro producto de las masivas concurrencias al lavabo durante los cortes comerciales en las horas de mayor audiencia en televisión...

ChemSe trata, en suma, que nos hemos convertido en una sociedad adormecida o aparentemente adormecida, que se deja manejar por medio de ilusiones mientras tenga sus necesidades, o las que creemos que estas son, de materialidad cubiertas. Como decía mi abuela: “Nadie con la tripa llena piensa en hacer la revolución”, aunque la tenga llena de plástico. La necesidades espirituales e intelectuales de los individuos son secundarias e igualmente son manipuladas por las fantasías orquestadas desde hace muchísimos milenios; las primeras por ilusorias religiones y actos rituales de interacción social ampliados de continuo por un incesante bombardeo mediático que nos hunde como sociedad en la más profunda desesperación depresiva y desesperanzadora con el solo y único fin de mantenernos callados y sumisos. Nuestro psicopático asesino serial interno, el Ecocida, sabe que los recursos se acaban y que siendo muchos durarán cada vez menos. Esos ecocidas conscientes que nos dominan lo saben y están tomando medidas al respecto. Propiciando guerras fratricidas por causas ilusorias, por medio de asesinatos masivos a través de “medicamentos” que en lugar de curarnos nos matan, con campañas de esterilización masiva no consentida, o directamente envenenándonos con alimentos supuestamente “beneficiosos, sanos o inocuos para la salud humana”, fomentando el uso de drogas de diseño entre los jóvenes y con el narcotráfico dirigido hacia poblaciones cuidadosamente seleccionadas, o, directamente fumigándonos desde el cielo con químicos, virus, bacterias y vaya uno a saber con qué más... mientras te venden la esperanza de fantasía y la seguridad ilusoria de que a tí no te sucederá nada porque, sin lugar a dudas, tú eres uno de los “elegidos”.

¿Será este nuevo tránsito de Plutón en Capricornio el que lleve al completo paroxismo esta locura en que vivimos para despertarnos y precipitarnos hacia el temido “caos”, para que así podamos surgir como una nueva sociedad conscientemente despierta e íntegra, apoyada por el simultáneo ingreso en la Era de Acuario? ¿O será más de lo mismo de nuevo? Como siempre digo, el Destino está en nuestras manos, y solo el tiempo nos traerá la histórica respuesta...