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Detector de antimateria será enviado a la estación espacial

Detector de antimateria será enviado a la estación espacial
Un detector de antimateria fue entregado el miércoles a la Fuerza Aérea estadounidense para que lo coloque a bordo del último vuelo programado de un transbordador a la estación espacial internacional en febrero del 2011.
El gigantesco espectrómetro alfa magnético (AMS), construido a un costo de 2.000 millones de dólares, fue cargado en un avión Galaxy C-5 en el aeropuerto de Ginebra para su transporte al Centro Espacial Kennedy de Cabo Cañaveral, Florida, el pasado jueves.

El aparato de 7,5 toneladas fue construido por científicos del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN por sus siglas en francés) en la frontera franco-suiza.
Los aviones militares suelen ser empleados para transportar tanques y helicópteros, pero los científicos del CERN tuvieron que pedir ayuda a la Fuerza Aérea cuando vieron que el dispositivo no cabía en un jet 747.
El científico jefe del operativo, Sam Ting, un premio Nobel y profesor de física en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, dijo que el artefacto permanecerá durante 20 años en la estación espacial para reunir pruebas de antimateria, materia oscura y otros fenómenos.
Los científicos creen que la Explosión Primordial que dio origen al universo creó tanta materia como antimateria, pero no han podido detectar esta última fuera de los laboratorios.
El detector de AMS complementará el enorme acelerador de partículas del CERN, instalado en una cámara subterránea debajo de la frontera suizo-francesa que los científicos emplean para simular las condiciones prevalecientes inmediatamente después de la explosión que dio origen al universo para comprender su composición.
Los científicos creen que en esa explosión primigenia se crearon cantidades similares de materia y antimateria, lo que significa que en teoría debería haber un universo idéntico compuesto íntegramente de antimateria.
Pero hasta ahora sólo se ha podido detectar antimateria en el laboratorio. Al buscarla fuera de la atmósfera protectora de la tierra, los expertos esperan hallar pruebas sobre la existencia de la esquiva partícula, o los motivos de su ausencia.
El epectrómetro, cuya construcción tardó 15 años y que en parte fue financiado por el Departamento de Energía de Estados Unidos, será una de las dos cargas que llevará a la estación espacial el Endeavour STS-134, el último transbordador que despachará la NASA el 26 de febrero del 2011.