Artículos / Astrología

Plutón en Capricornio: Algo personal…

Nos preocupa tanto el impacto global sobre los asuntos del mundo de esta energía transpersonal, que por lo general no prestamos la debida atención al modo en que influye dentro del mapa particular de una persona. Hace unos días, en una clase, alguien me preguntó qué podía esperar de su hijo recién nacido que poseía esta configuración en su estructura. Le pregunté con qué nombre lo habían llamado. Me miró desconcertado, luego abrió los ojos muy grandes y dijo: “¡Ay, ay, ay! Adolfo… como mi suegro”

Plutón en Capricornio: La Respuesta de Zeus

Allá por el 2008, cuando el Señor de los Infiernos ingresó a Capricornio, ya advertíamos que debían seguirse de cerca los acontecimientos en Grecia y la India para seguirle la pista al impacto en la Sociedad Humana de ésta energía transpersonal operando en el mundo. Casi nadie prestó mucha atención a estos hechos, absorbidos como estaban por el espectacular derrumbe de las bolsas mundiales suponiéndolos pequeños y sin importancia comparados con lo que representaba para ellos la noticia con la que los medios de comunicación nos bombardeaban. Se olvidaron que los más grandes árboles nacen de muy pequeñas semillas y que lo importante no se trata del dinero, sino de la gente.

Astrología de la crueldad (3): En el nombre del Arte.

En el nombre del Arte se han hecho muchas cosas, y se siguen y se seguirán haciendo. En el nombre de Dios también, tantas como en el de la patria o del amor. Pero nada de lo que se hizo o dejó de hacer ha disminuido en algo el nombre de Dios, el de la Patria, el Arte o el Amor. Y lo mismo pasa, pues… con la Astrología.

Astrología: La Sopa de Letras vs. La Gramática de las Estrellas.

¿Por qué no entiendo de un modo completo lo que leo en el lenguaje astrológico? ¿Por qué cuando digo lo que veo allí, no abarco nunca todo lo que allí dice? ¿Por qué por más que miro y miro una Carta Natal no se me ocurre nada que decir? ¿Por qué dos más dos no dan simplemente cuatro cuando hablamos en el lenguaje astrológico? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que se plantean las personas que se inician en el estudio de la Astrología, y las de muchos otros que llevan años y años de estudio metódico y esforzado. La respuesta a todos estos interrogantes es muy simple: Están intentando meter una ballena gigante dentro de la jaula del canario.

Plutón en Capricornio: El Día en que Dios se transformó en Mosaico.

“Hay un problema”, dijo uno. “Para tener el control total vamos a necesitar tener una absoluta y completa impunidad…”, agregó. El anciano sonrió y el otro se puso incómodo y tragó saliva. Los viejos ojos astillados de mirar adquirieron un nuevo brillo, un brillo enloquecido. La mente del primer hombre tembló junto con su oscura alma. Los arrugados labios del anciano apenas susurraron: “Un dueño absoluto e inapelable.”, y se quedó un momento mirando crecer la Luna allá en lo alto de la noche. “¡Hagámonos entonces de un Dios Emperador!”, dijo de pronto. Y fue así como el Cielo se rompió en un millón de pedazos.

Astrología de la crueldad (2): Conócete a ti mismo

Cuando enfocamos nuestra atención en la Astrología como un modo de conocernos a nosotros mismos y de poder conocer a los otros para asistirlos ¿cuánto de verdad hay en ello y cuánto de fantasía proyectada? “Conócete a ti mismo”… ¿Cuántas veces hemos oído enunciar esta máxima de don Hermes Trismegisto a lo largo de nuestras vidas, y cuántas veces hemos dicho: “Esta, sin lugar a dudas, es una proposición absurda, ya que obviamente es claro que se quién soy”? Bueno, de ser así no haría ninguna falta buscar ningún modo externo de conocerse, y muchos autores no gastarían ríos de tinta escribiendo sobre el tema; pero más allá de ello, ¿qué buscamos encontrar en la astrología aplicada al individuo? ¿Una ciencia, un método, una teoría, un vademecum infalible, un recetario? Si así fuera, mejor sería que dedicáramos nuestro esfuerzo a la alta costura, o a la decoración de tortas.

Todos somos astrólogos

¿Cuánto tiempo hay que estudiar para ser astrólogos? Esta es una pregunta recurrente que me han hecho innumerables personas a lo largo de mi vida profesional. Al responderles yo que llevo desde mi más tierna infancia hasta hoy sin haber concluido con su estudio, me encuentro siempre con miradas consternadas y gestos desencajados; supongo yo que por la idea equivocada que existe en el imaginario popular que compara el estudio del conocimiento astrológico con una carrera de grado cualquiera, como ser la medicina o la abogacía. Cierto es que a primera vista es difícil de creer que el estudio de la astrología nunca acaba, y que tampoco hace falta encerrarse en una institución académica o peregrinar por el mundo en busca de tan ansiado conocimiento, ya que desde que nacimos, astrólogos somos todos.

Alicia y Lewis Carroll, entre fantasía y realidad.

Me acerco a este libro, “Alicia en el País de las Maravillas” y a sus personajes fantásticos a través de la carta natal de su autor. Porque si su carta natal pudiese literalmente hablar, qué mejor manera de sintonizarse con ella que a través de los diálogos, emociones y el propio devenir de los personajes creados a puño y letra por su autor y que habitan en el más fantástico de los mundos; dentro suyo. La carta natal, la obra literaria y la persona de carne y huesos están íntimamente relacionados, porque de hecho son distintos planos de una misma matriz. Cualquiera de los caminos que elijamos seguir nos llevará al centro de una trama que está más allá de lo que los ojos pueden ver, pero no por eso menos real.

Astrología de la crueldad

¿Qué es lo que buscamos cuando acudimos a una consulta Astrológica? Años de preguntar primeramente a las personas que asisten a mi consulta, sobre los motivos que lo llevaron hasta allí, me han dejado una amplia variedad de respuestas. Algunas graciosas y otras tristes, muchos ejemplos sobre lo confusa que está la gente sobre la astrología, y profundas impresiones sobre la salud mental de la sociedad en que vivimos. Lo cierto es que más allá de la anécdota que nos ha impulsado a la consulta, siempre existe alguna profunda causa o excusa, conciente o inconsciente, que esgrimirse ante uno mismo. Esta puede tener una gran profundidad filosófica sin por ello bloquear ninguna posibilidad anecdótica. He conocido a gente que desea poder desplegar sus aptitudes de un modo pleno buscando conocer la totalidad de su propio Ser, y algunos otros que solo vienen para que por favor les tranquilices un poco, que le hagas quedar bien ante sí mismos y los otros, y que, de ser necesario y para no vulnerar las dos exigencias anteriores, para que por favor les mientas.

Astrología: Las viejas costumbres olvidadas.

Antiguamente, digamos en el Medioevo, si uno pertenecía al pueblo liso y llano solo podía encontrarse con un astrólogo en la plaza del mercado durante algunos pocos días dos o tres veces al año, en las fiestas patronales u en otra ocasión similar. El personaje llegaba andando la mayoría de las veces luego de atravesar valles, montes y bosques en donde dormía al sereno, y comía de lo que cazaba o pescaba por ahí mientras estudiaba los cielos y veía desplegar su poder sobre lo que acontecía en la tierra y a las gentes. A veces, pocas en verdad, llegaban en un carromato tirado por caballos, y complementaban las pocas ganancias que su arte les brindaba, con la oferta de almanaques, talismanes para la buena suerte, venenos contra los enemigos e infalibles filtros de amor. Contados eran aquellos que habitaban un castillo por estar al servicio privado de algún monarca o de algún gran señor, más estos últimos son los únicos que han adquirido fortuna, gran fama y pasado así a la historia, marcando un modelo arquetípico que sus actuales colegas se esfuerzan por repetir: Servir a los poderosos, a monarcas y famosos con el fin de obtener fama y fortuna para ellos mismos. Pero… ¿y el Pueblo liso y llano? Pues el pueblo ya no cuenta… a menos que sea para expoliarlo.

Astrología: Sobreviviendo a las antiguas y modernas confusiones

Cierto es que los hombres tendemos a confundir las cosas en nuestro afán por simplificarlas, y el idioma es un claro ejemplo de ello. De la confusión que resulta de allí nacen maravillas como la poesía, la prosa y todo aquello que llamamos dialéctica o literatura. Pero nuestra mente lógica trata de ajustar los patrones verbales y volverlos intercambiables ante lo extranjero que percibe a fin de tranquilizarse frente a la incertidumbre que una nueva palabra le provoca. Así, al enfrentarse a un nuevo idioma, supone que solo se trata de un intercambio entre palabras que, organizadas de un modo determinado ya sea este un viejo o nuevo modo de hacerlo, significarán siempre lo mismo. Más de todos los cambios en la lengua a los que debemos enfrentarnos en los territorios ignotos del significado verdadero que poseen, quizá el más profundo de ellos sea cuando se enfrenta uno a un lenguaje sagrado. Pues no son allí las palabras las que cambian para significar a las cosas, sino que son las cosas mismas las que cambian.

Neptuno en Acuario: Los Nuevos Mitos de la Mente

El hecho es que el Mundo mira al Mundo a través de una pantalla y cree que en verdad es así como lo ve. Existe toda una generación que ha nacido bajo el imperio de la Televisión y que vive en un mundo irreal, puesto que son los medios quienes gobiernan el Mundo y éstos, sus hijos pacientemente adaptados, lo heredarán. Un Mundo dentro de una burbuja, separada del mundo realmente vivo y con todos nosotros dentro. Pregúntenle a un niño si sabe lo que es Marte, y seguramente les responderá que sí, y les hablará más o menos de él según sea su interés pero es muy enteramente probable que jamás lo hubiese visto con sus propios ojos. Es algo que vio en la tele o en alguna foto, o quizás en la Internet pero no allí donde está, en el bello, inmenso y real cielo. Cierto es que de todos modos saben de él, que es lo que importa, diría cualquier educador, y que si sienten la inquietud pueden saber en dónde está y hasta calcular dónde mirar y cuándo para poder verlo. Pero no lo han visto. No han sentido la impresión que ello provoca. Eso es como haber leído el texto de una canción sin haberla escuchado jamás, o como haberla escuchado, pero sin haber oído lo que ella en su canto dice.

Urano en Piscis: Un rayo de luz en el fondo del abismo.

Mi vida es un Caos… ¿quién no lo ha dicho alguna vez? Lo decimos sin pensar, así como al pasar, como una justificación para nosotros mismos y para los otros, y no alcanzamos a sospechar siquiera que lo que estamos enunciando es quizás la única gran verdad a la que ha llegado la comprensión humana. Decir: “Mi vida es un Caos”, es quizás un modo exclusivista de ver las cosas. Pensamos que la vida de los otros no lo es, porque nos han enseñado que todo tiene una forma definida y clara, y que si nosotros no podemos desarrollar nuestra vida de acuerdo a esas reglas somos culpables de algo, o simplemente somos unos vagos que no queremos tomarnos el trabajo de ajustarnos a ellas para ser felices. Decimos: “Mi vida es un caos”, cuando estamos tristes, angustiados, preocupados, cuando no vemos la salida. Nunca lo decimos cuando estamos alegres o felices y andamos despreocupadamente enamorados de la vida. Sólo nos acordamos de ello cuando nos causa dolor, pesar, y no podemos reconocer ante nosotros mismos que en esas mismas circunstancias “óptimas” de felicidad plena donde todo es maravilloso la vida, también es un Caos.

Ceres: Un largo camino a casa…

Como cabe suponerse que así fuera, a principios de septiembre del año de 2005 los científicos arribaron a la conclusión de que Ceres, denominado como el menor de todos los planetas enanos, probablemente tendría más agua dulce que la tierra. Agua toda pura, agua congelada, bebible, necesaria en un mundo regido por una especie tan contaminante como la nuestra. Creemos que el Turismo Espacial, que hoy día lo más lejos que puede llevarnos es a una Estación Espacial Internacional bastante precaria, más parecida a un Tecno-refugio de Alta Montaña en la Antártica que a una cálida y pequeña cabaña, pasará primero por la aridez de nuestra vieja y querida Luna, luego irá a Marte y posteriormente, irá a Ceres. Un Mundo con Agua, como el nuestro, y muy probablemente un mundo vivo.

Plutón en Capricornio: El tiempo en que el mundo se hace grande.

El período en que la mente humana se transforma por medio de la comprobación en los hechos de aquellas cosas que sospecha desde hace tiempo en lo más profundo de sus secretos pensamientos, son tremendamente importantes. Un verdaderamente nuevo paradigma nace y la vida y el Ser evolucionan hacia un estado inimaginado. Las sociedades en su conjunto sufren profundos y dramáticos cambios, el Poder tal cual estaba configurado en ellas hasta entonces destruye su vieja estructura y emerge otra que todos creían imposible. Sabemos que tanto el despertar de la conciencia como el nacer, implican un tipo de trauma. Si hablamos del Hombre como una forma de vida autoconciente manifiesta en la materia, hablamos de periodos en que su relación con la realidad del Cosmos que lo rodea y del cual forma parte se replantea de un modo más o menos drástico y violento. No hay Revolución sin sangre, dice el proverbio, pues sólo la sangre puede ofrecerse como tributo cuando es lo único que hará que la nueva idea se encarne y viva.
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