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Descubren Mar de 1.000.000 de años bajo el Hielo Antártico

Descubren Mar de 1.000.000 de años bajo el Hielo Antártico
Antártida. Los investigadores han hallado nueva evidencia que descubren un enlace a una gran fuente de agua salada que pueda haber quedado atrapada debajo del glaciar Taylor por más de un millón de años.

Un glaciar es un gran cuerpo de hielo y nieve. Su formación se debe a la acumulación de nieve que no se derrite en verano; cada invierno, se adiciona más nieve. El peso de toda la nieve crea presión y esto provoca que las partes inferiores se conviertan en hielo. Este proceso data de tiempos inmemoriales. Los glaciares son muy importantes, representan la fuente de agua dulce más grande de la Tierra, tienen un gran efecto sobre el medio ambiente y por su antigüedad y condiciones de preservación interna, albergan una gran cantidad de información de interés científico.

 

Resulta llamativa una peculiar estampa que interrumpe la inmaculada blancura de la Antártida oriental; se trata de una extraña maravilla de la naturaleza bautizada como las Cascadas de Sangre, un fenómeno que se caracteriza por teñir de color rojo la superficie del glaciar Taylor. En un estudio, los expertos de la Universidad de Alaska Fairbanks y la Universidad de Colorado han resuelto otra pieza del rompecabezas de la reconocida rareza.

 

El color de las llamadas Cascadas de Sangre ha desconcertado a los científicos desde su descubrimiento en 1911 y en primera instancia se pensó que la coloración era originada por algas de este color. Sin embargo, nuevas investigaciones encontraron que el color era el resultado de una salmuera rica en hierro que al hacer contacto con el aire se torna roja.

 

Ahora, los investigadores han hallado nueva evidencia y descubren un enlace a una gran fuente de agua salada que pueda haber quedado atrapada debajo de glaciar Taylor por más de un millón de años.

 

En investigaciones anteriores se había sugerido que podría haber una red de grandes masas de agua debajo del glaciar; para comprobarlo los expertos utilizaron un tipo de radar de radio eco sonar, con el que realizaron un seguimiento del origen de la salmuera de las cascadas.

 

Christina Carr, coautora del estudio, comenta: “Ubicamos antenas alrededor del glaciar en patrones de rejilla para poder “ver” lo que estaba por debajo de nosotros, en el interior del hielo, como una especie de murciélago que utiliza la eco localización para ver las cosas a su alrededor.”

 

Estos análisis revelaron que puede existir agua líquida dentro de un glaciar extremadamente frío, un fenómeno que se consideró previamente ser casi imposible.

 

Explica el glaciólogo Erin Pettit: “Aunque suene contradictorio, el agua libera calor cuando se congela, y ese calor calienta el hielo que lo rodea. El calor y la menor temperatura de congelación del agua salada, hacen posible el movimiento de líquido. Por tener persistentemente agua que fluye, Taylor es el glaciar más frío conocido.”

 

La investigación, podría ayudar a dar a los científicos una mejor comprensión del mundo hidrológico por debajo de los glaciares.