Dos regiones de Marte pudieron ser habitables en un pasado reciente

«Hemos descubierto lugares en Noctis Labyrinthus que muestran muchos tipos de minerales que se formaron por la actividad del agua», dice Catherine Weitz, principal autora del estudio, que aparece en la revista Geology, e investigadora en el Instituto de Ciencia Planetaria (Tucson, Arizona). «Las arcillas que hemos encontrado (esmectitas formadas por hierro y magnesio) son mucho más jóvenes en Noctis Labyrinthus que las que existen en las antiguas rocas de Marte, lo que implica un ambiente acuático diferente a otros lugares del planeta».
Las esmectitas son un tipo específico de mineral de arcilla que se expande y contrae fácilmente cuando absorbe el agua. Contienen sílice, aluminio, hierro y magnesio en sus estructuras. Se forman por la alteración de otros minerales de silicato en presencia de agua no ácida. Weitz y sus colegas estudiaron aproximadamente 300 metros de rocas estratificadas entre dos depresiones de 30 y 40 kilómetros, cerca del extremo occidental del sistema de cañones de los Valles Marineris. Para su investigación, utilizaron imágenes de alta resolución proporcionadas por la sonda HiRISE.
Ambiente hidrotermal
Los científicos señalan que la zona tuvo una gran actividad en el pasado. El agua pudo haber anegado las regiones más bajas varias veces y los minerales pudieron haberse quedado enterrados y luego salir a la superficie por la erosión. A esto se añade el trabajo de volcanes cercanos, los tres grandes volcanes de Tharsis, que producían cenizas, gases y un ambiente hidrotermal.
«Estos dos valles son únicos y podrían haber formado una región habitable en Marte en un momento en el que las condiciones de sequía dominaban la superficie del planeta», dice Janice Bishop, investigadora del Instituto SETI y del Centro de Investigación Ames de la NASA. Este hallazgo, sumado a la nutrida colección de anteriores evidencias encontradas, apunta con fuerza a la posibilidad de que la vida tuvo una oportunidad para abrirse paso en Marte.