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¿El Cielo se está cayendo?

¿El Cielo se está cayendo?
En los últimos meses hemos asistido a numerosos eventos meteóricos de envergadura en distintas partes del Globo. Los dos últimos fueron ayer de madrugada en Santiago del Estero, Argentina, y por la tarde al oeste de Ciudad de México seguido de un terremoto de mediana intensidad. ¿Por qué sucede ésto?

Desde el 16 y hasta el 25 de abril, tanto en el hemisferio sur como en el hemisferio norte se podrá observar la lluvia de estrellas de las Líridas. Los meteoros de esta lluvia, cuyo número es impredecible pero que suelen ser brillantes, proceden de las partículas diminutas de hielo y rocas que deja en el espacio en su viaje alrededor del Sol el cometa C/1861 G1 o "Thatcher", descubierto en el año 186 y de "polvo" interestelar de diverso origen. Dicho cometa emplea en girar en torno al Sol 415 años aproximadamente, por lo que es considerado de largo período. La última y máxima aproximación del cometa con respecto a la Tierra ocurrió el 5 de mayo de 1861. Los meteoros, son del tamaño de un grano de arena, de una lenteja o un garbanzo en el mejor de los casos, aunque puede darse el caso de partículas mayores, que alcanzarían un brillo más intenso que el planeta Venus, el objeto celeste que más luce en el cielo tras el Sol y la Luna. El número de meteoros por hora alcanza una media de 18, aunque en ocasiones llegan a 200, como ocurrió en 1982, según explica la Asociación Astronómica de España.

Los meteoros de las Líridas entran en nuestra atmósfera a unos 49 km/s o, lo que es lo mismo, a 175.000 km/h. Se hacen visibles en una primera toma de contacto con la atmósfera a 100 km de altura, y suelen desaparecer cuando alcanzan los 50 km de altura. En 2013, la lluvia de las Líridas alcanzará su máxima actividad la noche del 22 al 23 de abril. Según parece, fragmentos de hielo desprendidos del Cometa "Thatcher" estarían sumándose al fenómeno haciéndolo más vistoso. Pero estas especulaciones son las más optimistas, otras más preocupantes sostienen que las lluvias de estrellas se están poniendo más "densas" y que ya no son pequeñas partículas con las que nos encontramos sino verdaderas "Rocas Cósmicas". Quizá debiéramos prepararnos para una verdadera lluvia de meteoritos en toda regla.

Existen más de 150 lluvias de meteoros al cabo del año. Los nombres de estas lluvias proceden, con frecuencia, de la constelación de donde provienen los meteoros: las Acuáridas, que nacen en la constelación de Acuario; las Cígnidas, cuyo origen es la constelación del Cisne; y las Líridas, procedentes de la constelación de la Lira. Desconocemos aún la causa, pero lo más probable es que sean fragmentos de cuerpos celestes destruídos por algún evento cósmico sucedido hace mucho tiempo en esas regiones.