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Los otros tres candidatos para encontrar vida, además de Marte

Los otros tres candidatos para encontrar vida, además de Marte
Las lunas Europa, Encélado y Titán poseen características suficientes para albergar microorganismos, de acuerdo a varios estudios. Su medioambiente incluye océanos de agua bajo gruesas capas de hielo, nubes de metano y lagos de hidrocarburo.

El descubrimiento de agua líquida salinizada en Marte anunciado este lunes abrió una nueva ventana para quienes creen que no estamos solos en el Universo.  Y aunque esta posibilidad sea cuestionada por los mismos científicos de la Nasa, el planeta rojo es sólo uno de los que se han postulado como candidatos a albergar algún tipo de vida microorgánica, hasta cierto punto similar a la encontrada en la Tierra.

 

De hecho, los próximos pasos hacia Marte contemplan varias misiones que comienzan el próximo año, y que culminan con la llegada del hombre al planeta, algo que recién ocurriría pasado 2030 y en donde se espera ya se haya descartado o afirmado con certeza la presencia de organismos en la superficie marciana. 

 

Pero Marte no es el único. Dejando fuera a los exoplanetas habitables para los humanos similares a la Tierra, los satélites Callisto, Tritón, Ganímedes, Mimas e incluso Plutón han sido apuntados como potenciales candidatos para albergar vida, aunque existen otros tres que cuentan con características específicas que bien valen poner atención a futuros experimentos. 

 

 


Europa

 

Si el agua es la clave para la vida tal como la conocemos, entonces Europa podría ser el candidato más prometedor. La luna de Júpiter alberga un gran océano de agua líquida bajo su gruesa corteza helada, y diversos estudios han establecido que posee una elevada concentración de oxígeno, mayor que en los océanos terrestres. Esto, sumado a la existencia de actividad geológica, podría ayudar a mantener microorganismos y formas más "complejas" de vida, de un gramo de masa. Las razones tienen que ver con el descubrimiento de vida microbiana en ambientes oceánicos extremos en la Tierra; en 2012, el cineasta James Cameron encontró 68 nuevas especies de bacterias en su expedición a la fosa más profunda del océano, y en 2014 científicos descubrieron vida microbiana en un lago de la Antártida enterrado profundamente bajo la capa de hielo. Se esperan las misiones "Juice" de la Agencia Espacial Europea, y "Clipper" de la Nasa en 2022 y 2025, respectivamente. 

 

 


Encélado 

 

Al igual que Europa, la luna de Saturno tiene una enorme cáscara congelada cubriendo un océano subterráneo de por al menos 80 mil Km. cuadrados, similar al lago más grande de la Tierra, probablemente calentado por fuentes hidrotermales. Se cree que su corteza es de unos 40 Km. de espesor, y la nave Cassini de la Nasa ha detectado 101 géiseres de vapor de agua y hielo en erupción desde distintas fracturas. En el futuro, se espera que las sondas puedan estudiar la composición de su océano sin llegar a aterrizar en la superficie. Actualmente existen diversas propuestas para su exploración y la misión elegida será lanzada entre 2020 y 2021, aunque arribará a su destino en los nueve años siguientes. 

 

 


Titán 

 

Tal como sucedió con el descubrimiento de vida en el desierto de Atacama, lo ocurrido en el Lago de la Brea de Trinidad y Tobago, el depósito de asfalto natural más grande del mundo, instó a los científicos a pensar en la búsqueda de microorganismos en la mayor luna de Saturno. El satélite, quizá el cuerpo más parecido a la Tierra del Sistema Solar, posee en lugar de océanos de agua a grandes lagos de hidrocarburo, con una atmósfera gaseosa, densa y rica en metano. Las razones para las sospechas de vida tienen que ver con que este gas, al ser destruido constantemente por la luz ultravioleta, hace pensar que debe existir una fuente que mantenga su nivel. Estudios indican que se han observado disparidades entre la densidad de hidrógeno medida y la esperada, y el hidrógeno desaparece en la superficie a causa de algún mecanismo desconocido. No existe agua líquida aunque sí congelada en forma de rocas. Su ambiente contempla lagos, costas, islas, nubes de metano y lluvia, aunque con temperaturas de -179°C. La sonda Cassini sobrevoló Titán el 26 de octubre de 2004 y trazó su superficie, descendiendo el 14 de enero de del año siguiente.