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Reviven Microbios de 10.000 Años Atrapados en Cristales

Reviven Microbios de 10.000 Años Atrapados en Cristales
Se trata de un descubrimiento extraordinario en un lugar increíble. Los científicos extrajeron y revivieron microbios que estaban “dormidos” hace miles de años, dentro de los famosos cristales gigantes de las cuevas de la montaña de Naica, en México.

Se cree que estos organismos se quedaron encapsulados en las impresionantes formaciones del yeso, durante un período que puede variar entre 10 mil y 50 mil años. Para los investigadores, esta es una demostración del el poder de la vida en adaptarse y sobrevivir, incluso en los entornos más hostiles.

“Otras personas ya habían afirmado haber encontrado organismos muy antiguos todavía vivos, pero en este caso, todas estas criaturas son excepcionales "no son parientes cercanas de nada que esté en los bancos de datos genéticos conocidos“, dice Penélope Boston, una de las responsables científicos por el hallazgo, en declaraciones difundidas por la BBC.

La nueva directora del Instituto de Astrobiología de la NASA, la agencia espacial estadounidense, en Moffett Field, California, Penélope Boston describió el descubrimiento en el encuentro anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés).

Todo Gracias a la Imperfección

Se encuentran en cuevas que desde hace más de un siglo son explotadas por los mineros que buscaban plata y otros metales valiosos. Las profundas cuevas de Naica son el lugar ideal para el trabajo de los científicos interesados en el estudio de los extremófilos –organismos que pueden vivir en condiciones prácticamente imposibles-.

El ambiente es muy caliente –las temperaturas varían entre 40°C y 60°C-, húmedo y ácido. Como no hay luz, todas las formas de vida existentes allí sobreviven por medio de la quimiosíntesis, proceso por el cual extraen la energía que necesitan de la oxidación de los minerales.

Los investigadores ya habían identificado microbios viviendo en las paredes de las cuevas pero la sorpresa fue extraer ejemplares de dentro de los cristales gigantes. Esto fue posible porque estas formaciones puntiagudas de yeso, que llevaron a millones de años para llegar al tamaño actual, no son perfectas. Hay defectos en algunas partes, vacíos en los cuales fluidos acabaron encapsulados.

Mediante el uso de herramientas estériles, Boston y sus compañeros se abrieron algunos de esos espacios y obtuvieron muestras de su contenido. Lo más sorprendente es que los científicos no sólo detectaron la presencia de bacterias y arqueas, pero también consiguieron reanimárlas en el laboratorio.

El descubrimiento, sin embargo, levantó una pregunta: ¿será que estos organismos no pueden ser simplemente el resultado de la contaminación o haber sido introducidos accidentalmente por el equipo de investigadores o por los mineros? La directora de la NASA asegura que no.

Los Científicos ya habían anunciado anteriormente que habían revivido criaturas que creían estar en desuso hace millones de años retiradas de cristales de sal o hielo. A pesar de todos estos hallazgos controvertidos, Boston dice que, ante todo lo que vio en Naica y en otros entornos similares, está inclinada a aceptarlo como válido. Lo que le da confianza sobre la importancia de las cuevas mexicanas es la gran diversidad de vida que allí existe.

“Otros grupos han demostrado que hay muchos virus en estas cuevas, y lo que dicen es que estas comunidades microbianas son completamente desarrolladas y tienen una carga vital como cualquier otra. Este es otro aspecto que va en contra de la idea de una contaminación accidental”, afirma Boston.

La Vida fuera de la Tierra

La astrobióloga de la NASA está claramente interesada en la relevancia de estos hallazgos para la búsqueda de vida fuera de la Tierra.

“El eslabón astrobiológico es obvio. Cualquier sistema extremófilo que estemos a estudiar nos permite ir más allá en el conocimiento sobre la vida en la Tierra, y nosotros incluimos esto en el rol de posibilidades que podemos aplicar en diferentes configuraciones planetarias”, dice.

Para muchos científicos, si hay vida en otro lugar del Sistema Solar, es probable que ella esté en los subterráneos y que logre sobrevivir gracias a la quimiosíntesis como los gérmenes de las cuevas de Naica.

Boston afirma que su equipo estaba a punto de presentar un artículo sobre el descubrimiento en una importante publicación científica, pero en conversación con los periodistas ella lamenta el hecho de que el complejo de cristal ha quedado inundado después de la reciente interrupción de los trabajos de minería en la zona, lo que impide un nuevo acceso a otros científicos que puedan estudiarlo para corroborar su hallazgo.

“¡Es tan hermoso que no paras de llorar allí abajo! He escrito varios poemas sobre esto”, confiesa Boston.