Novedades

La NASA confirma la trayectoria impredecible del balón del Mundial

La NASA confirma la trayectoria impredecible del balón del Mundial
Cuando el balón Jabulani, uno de los protagonistas del Mundial de Sudáfrica más criticado, viaja a más de 72 kilómetros por hora, su recorrido se vuelve "impredecible" por el efecto aerodinámico "nudillo", según científicos de la NASA. El balón, diseñado por Adidas y bautizado con la palabra zulú de "celebración", está formado por ocho paneles tridimensionales, pesa 440 gramos y sus costuras son tan lisas que podrían ser la causa de trayectorias aleatorias, junto a la ligereza de la pelota.

O al menos así lo creen expertos del Laboratorio de Mecánicas de Fluidos de la agencia espacial estadounidense, que han puesto a prueba el balón con jugadores profesionales estadounidenses.

Según el ingeniero aerospacial Rabi Mehta, uno de los investigadores de la pelota, "es bastante obvio que lo que ves es un efecto 'nudillo'", dijo en un comunicado.

El experto se refiere a cómo la pelota es golpeada y se proyecta en una curva irregular, volando hacia arriba y hacia abajo sin un camino preciso.

Para explicar este comportamiento extraño, Mehta señala que, cuando una pelota relativamente lisa parece volar sin mucho efecto, el contacto del aire con su superficie se ve alterado por los canales que dejan sus costuras, lo que provoca un recorrido asimétrico del esférico.

Esa asimetría crea unas fuerzas laterales que pueden de repente empujar la pelota en una dirección de forma aleatoria y causar giros bruscos y caídas en picado.

Mehta, que ha estudiado el movimiento de las pelotas de tenis y de cricket en túneles de viento, indica que el Jabulani sufre ese efecto "nudillo" ("knuckle", en inglés) a partir de los 70 o 80 kilómetros por hora, la velocidad aproximada que se consigue con un tiro a puerta libre cuando se acerca al área de gol.

La imprecisión de la pelota podría verse afectada también por la altitud a la que se encuentran los estadios de este Mundial, donde la densidad de aire es baja, como los 1.700 metros de la capital de Sudáfrica, Johannesburgo, donde se disputará la final de España contra Holanda.

A este tipo de altitudes, la pelota podría tender a volar más rápido, pero también a desviarse menos, según los científicos.

Mehta no es el primero que descubre este tipo de efectos. Lanzadores y porteros, como el español Iker Casillas, han criticado estas irregularidades que vuelven sus tiros menos exactos y dificultan las paradas bajo los palos.

El secretario general de la FIFA, Jerome Valck, quien fue retado por el ex seleccionador brasileño, "Dunga", a unos toques de balón en el campo para comprobar las dificultades de sus jugadores, respondió a las quejas diciendo que el balón sería examinado, pero después del Mundial.

Para algunos, los problemas pueden adquirir mayor importancia si la gran final se tiene que decidir en las tandas de penaltis, el momento más decisivo y cuando el Jabulani puede demostrarse más incontrolable.